domingo, 4 de noviembre de 2012

VISITE A COSTILLA CESAR


En el año de 1920 Andian National Corporation empezó a construir el Oleoducto Galán – Mamonal, con el propósito de exportar el crudo  proveniente de Los Campos de la Cira Infanta y al sur del antiguo Departamento del Magdalena, Republica de Colombia aproximadamente en el kilómetro 200 del oleoducto le correspondió construir una Estación de Bombeo. Paralelamente con la construcción de esta Estación llegaron los primeros pobladores  como lo fueron: Gumersindo Robles, Bernardino Corrales, Manuel Isabel Oviedo y Anastasio Camelo, entre algunos otros; quienes fueron atraídos por la bonanza que representaba la construcción de la Estación del Oleoducto;  así mismo, fueron conquistados comerciantes que arribaron a través del Rio Magdalena entre quienes se destacaron Gabriel Amaris,  Antonio González, Guillermo Kortright, Heriberto Pedrozo, Benjamín Alvis  y Juan de Dios Alvarado, los cuales fundaron una zona comercial alrededor de la plaza principal.  
Es de resaltar que Don Benjamín Alvis se destacó por haber traído la primera planta eléctrica y al grupo de casas que construyó las interconectó eléctricamente  y  bautizó su grupo de casas con el nombre del “Enchufe”.
Posteriormente,  arribaron muchos habitantes de las poblaciones cercanas atraídos por el deseo de trabajar en el Oleoducto o para desarrollar actividades comerciales, agrícolas y/o ganaderas propias de la región entre quiénes  podemos nombrar grupos de familias como:  los Hermanos  Jácome, los López,  los Rubio, los Robles, los Luna, los Quiroz, los Montesinos, los Pedrozo, los Orozco, los Vega y los Oviedo estos últimos músicos,  y otros muchos quienes eran pescadores cautivados  por la riqueza de la Ciénaga de Costilla, la cual era abundante en peces la mayor parte del año.  En tiempos de subienda, había una verdadera bonanza al punto que  algunos pescadores  se bañaban con cerveza para exteriorizar la euforia que les producía el tirar dos o tres veces  la atarraya y llenar de una vez la canoa. 
Inicialmente el pueblo se llamó Arboleda, sin embargo como los americanos de la Andian National Corporation quienes construían la Estación de Bombeo denominaron a ésta con el nombre de Costilla, por la similitud del paisaje hermoso de la Ciénaga con el de una pequeña costa que se avistaba desde la Estación, y pues estos al querer designarla como “Costica” su pronunciación los llevó llamarla “Costilla”.  Aunado,  al hecho de los recurrentes errores en la recepción de la correspondencia, (de forma muy especial los Telegramas- único medio de comunicación a distancia de la época) que hacían que ésta llegara a un Municipio del Departamento del Norte de Santander, denominado de igual forma Arboleda, motivaron entonces la voluntad de los pobladores a cambiar el nombre del pueblo por el de Costilla.   
Una vez terminado el oleoducto y puesto en funcionamiento hubo mucha actividad económica en la región durante la década de los años 30s y 40s,  los trabajadores del oleoducto construyeron sus casas en el pueblo y a la vez desarrollaron actividades agrícolas y ganaderas ya que contaban con una cantidad de terrenos baldíos  que eran aprovechados  en forma comunitaria; y todos los habitantes ancestrales respetaban la condición de los terrenos de ser sabanas comunitarias ya que de esta forma se facilitaba la convivencia pacífica, puesto que quienes se dedicaban a la ganadería podían tener sus hatos y pastarlos  en la sabana y además  todos los habitantes inclusive, los más pobres del pueblo podían tener  sus animales, tales como: vacas, burros, caballos, y chivos.  Así mismo,  de la sabana podían sacar los materiales para la construcción de las viviendas, como: maderas, palmas, bejucos y la leña que se usaba para cocinar. Estos habitantes nunca se preocuparon  por tener título de propiedad,  y al comienzo de los años 50s se presentó el Señor  Morris Gutt con un título que había adquirido de la Nación como propietario de las tierras comprendidas entre el Caño de las Damas y Caño Sucio, de sur a norte y de oriente a occidente entre la línea del ferrocarril y las Ciénagas de Costilla y San Bernardo. Los habitantes ancestrales encabezados por Gumersindo Robles, Venancio Cortina y Pedro Pacheco,  junto con  los primeros comerciantes que para ese entonces ya habían consolidado sus negocios y habían adquirido tierras como: Benjamín Alvis y Guillermo Kortright y quienes tenían carta de propiedad del Departamento de sus predios, los cuales estaban ubicados en los terrenos otorgados por la Nación,  alegaron y defendieron no solo sus propiedades si no también la posesión  ancestral  de la sabana comunitaria,  por lo que Morris Gutt, viendo las bondades y beneficios de la sabana y que la mayoría de reclamos  estaban comprendidos entre los Caños Hato Viejo  y Caño Sucio  corrió sus linderos de sur a norte  hasta el Caño de Hato Viejo e instó a las autoridades que para ese entonces eran Rodrigo Álvarez  y Sixto Caicedo para que hicieran titular las tierras a nombre de la comunidad, de tal manera que la comunidad fuera la dueña de los terrenos comprendido entre Caño Sucio y Hato Viejo de sur a norte y de oriente a occidente entre el ferrocarril y la Ciénaga de Costilla.
Ya para ese entonces la población estaba consolidada,  constaba de unas 300 viviendas el 50 % de ellas eran casas  con pared de material (cemento y ladrillo) y techo de zinc o tejas de fibrocemento  y el otro 50% ranchos de bahareque y techos de palma, tenia aproximadamente unos  2500 habitantes, había suficiente actividad económica, el mantenimiento de la Estación de Bombeo del Oleoducto, demandaba una cantidad de mano de obra y  también se desarrollaba la industria agrícola y ganadera con tres ganaderías: “La Loma” del señor Morris Gutt; “Protocolo” de Rafael Iriarte y “La Luz” de los Hermanos Jácome;  las cuales requerían mucho personal para la adecuación de tierras, siembras de pastos, cuidado del ganado y otras actividades propias de industria ganadera.
Muchos de los trabajadores tanto del Oleoducto como de las ganaderías comenzaron a preocuparse por la educación de sus hijos ya que la mayoría estudiaba la básica primaria y una vez finalizada esta, deberían seguir en la misma labor de sus padres, quienes por supuesto querían un mejor futuro para sus hijos; por tanto, para continuar estudios de bachillerato los hijos nacidos en esta tierra, tenían que desplazarse hasta poblaciones como Ocaña o Mompox - en los Departamentos de Norte de Santander y Bolívar respectivamente,  en donde se encontraban los colegios más cercanos a Costilla, situación que solo fue posible para los hijos de las familias con mayor poder económico; sin embargo cabe resaltar que esta circunstancia no amilano a la mayoría de estos trabajadores puesto que fueron visionarios y comprendieron  que el  futuro de sus hijos estaba  en la educación; por tanto,  muchos hicieron grandes esfuerzo y enviaron a sus hijos a estudiar  principalmente a  la ciudad de Bucaramanga entre otros.  Es así, como muchos de los pobladores nacidos durante la década de los años 50s y 60s una vez terminada la primaria y el bachillerato en la década de los 70s se quedaron en los lugares donde estudiaron o se desplazaron a otras cuidadas en busca de un mejor futuro, lo mismo que muchas familias especialmente la de los jubilados del Oleoducto, encontrando hoy día Costilleros en todas las capitales, en las ciudades intermedias de Colombia y en el exterior.
En la década de los 60s y  70s  la vida del pueblo transcurrió en una verdadera armonía, era un pueblo tranquilo, celebraba sus fiestas patronales en honor de La Virgen del  Carmen, había Misa Solemne y  la Procesión y en cuanto a las fiestas había actividades  para divertir a los habitantes como: la “Gigantona” que era una presentación muy concurrida y divertida de Fernando Oviedo, “La vara de premio”, “Carrera de encostalados”, “Carrera de burros”, “Pelea de gallos”, “Carrera de caballos”,  “Corralejas”, “La vaca loca” y los “Fandangos” o Porros que eran muy agradables ya que toda la población se reunía a bailar al son de una papayera, alrededor del monumento una especie de obelisco que estaba situado en el centro de la plaza a la luz de velas encendidas.  En Diciembre se hacían casetas y las Tamboras que eran muy representativas donde se destacaba el canto y la improvisación de las cantadoras como: Concha Rubio y las Hermanas Corrales; y  en Carnavales había reinados populares en cada barrio y donde la reina defendía su feudo durante los cuatro días de carnaval, había danzas y las comparsas donde los hechos más destacados del año eran homenajeados o ridiculizados.
Solo había rivalidades políticas especialmente entre Sixto Caicedo y Nonides López y esto permitía que de la contienda política el pueblo pudiera tener a más y mejores servicios.  Así fue que como con la creación del Departamento  del Cesar en la Republica de Colombia a finales de los años 60s, el pueblo tubo mejores oportunidades ya que el corregimiento tomo la decisión de no pertenecer más a la jurisdicción del municipio de Tamalameque y en los años 80s  cuando Pelaya se convirtió en Municipio del Departamento del Cesar, Costilla se adhirió a éste.   Posteriormente, los dirigentes políticos comenzaron a preocuparse por la emigración sobre todo de las familias ancestrales, ya que el oleoducto de la Andian National Corporation terminó su contrato y esta entregó sus instalaciones al Ejército Nacional de Colombia; las ganaderías fueron objeto de destrucción por parte de los grupo armados de izquierda, que quisieron  apoderarse hasta de las sabanas comunitaria por parte de foráneos que se hacían llamar recuperadores de tierra pero  el pueblo unido y encabezado por sus dirigentes políticos, esta vez unidos Caicedo y López supieron enfrentar la arremetida de los Grupos al Margen de la Ley y no permitieron la invasión de la sabana. De todo esto sobrevivió la Hacienda de la Loma pero no como ganadería sino que entró a formar parte del conglomerado de Empresas de Indupalma.
Los dirigentes hicieron más gestión para el pueblo y reclamaron más oportunidades,  es así como electrificarón el pueblo, construyeron y pavimentaron los 7 kms de vía que separan al pueblo de la carretera principal, que conduce al municipio de Pelaya con Pailitas de la vía que actualmente se esta constituyendo en la Ruta de Sol, construyeron el Colegio de Bachillerato,  Pavimentaron algunas de sus calles y construyeron el acueducto y las redes de alcantarillado e hicieron que los niños más pobres tuvieran apoyo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar- ICBF.
En los últimos años una vez más las sabanas comunitarias han sido víctima de intento de invasión por parte de los grupos de usurpadores de tierras,  esta vez apoyados por grupos armados de derecha,  pero el pueblo ha defendido incluso algunos con la vida y otros han sido objeto del desplazamiento.  Cabe resaltar que la presencia del estado ha sido más notoria y ha acompañado al pueblo con la presencia de la Policía y el Ejército Nacional en la defensa de la sabana comunitaria.
La economía de la región se ha visto fortalecida con el surgimiento de pequeños ganaderos, que continúan produciendo carne y leche, la Ciénaga continúa abasteciendo de peces la región ya que siempre ha habido una conciencia ecológica y se han hecho trabajos de limpieza y defensa de los recursos naturales, e Indupalma hizó convenio con los habitantes de la región y por medio de convenios empresariales se está cultivando en sus tierras Palma Africana, mejorando de esta manera la actividad económica del corregimiento de Costilla.

Colegio de Bachillerato


Parque principal

Calle Principal





Plaza Principal
Atardecer Cienega de Costilla

Atardecer Cienega de Costilla
Cienega de Costilla



Parque Central



Iglesia


                                                          PARQUE PRINCIPAL




Cienega de Costilla



Cienega de Costilla


Cienega de Costilla

Cienega de Costilla

Finca Ganadera


Finca Ganadera